El Cairo, 19 nov (Prensa Latina) Egipto reiteró hoy su deseo de reanudar las rondas de negociaciones sobre la gran presa etíope en el Nilo Azul, a fin de conseguir un acuerdo justo y equilibrado para las tres partes, incluida Sudán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ratificó su interés en retomar las conversaciones bajo los auspicios de la Unión Africana (UA) tras un encuentro virtual celebrado este jueves entre delegaciones de El Cairo, Addis Abeba y Jartum, destacó Ahram on line.
Según el portal digital, la nación norafricana de 100 millones de habitantes insiste en la firma de un trato vinculante sobre el llenado del embalse y la operación de la represa, la mayor del continente africano.
Durante las últimas conversaciones los representantes de Egipto, Sudán y Etiopía fracasaron en el intento de perfilar la metodología de lo que resta de diálogos, estancados desde agosto.
El país árabe con tierras en dos continentes teme que con la puesta en marcha de la presa disminuya el flujo del Nilo, del que depende para la agricultura, el abasto del líquido a la población, la acuicultura, generación de electricidad e incluso el turismo.
No obstante los tropiezos y desavenencias a lo largo de unos nueve años, el presidente, Abdel Fattah El-Sisi, ha pedido agotar las vías diplomáticas para resolver la disputa.
Egipto está resuelto a llegar a un acuerdo de carácter vinculante que proteja sus derechos y garantice los intereses de todas las partes, puntualizó el ministro de Recursos Hídricos, Mohamed Aty, citado por Ahram on line.
El territorio eminentemente desértico ha mantenido su disposición al diálogo no obstante su inconformidad con el llenado inicial del depósito, decidido unilateralmente por Etiopía.
La defensa del Nilo, su único curso de agua, es vista por los egipcios como una cuestión existencial, de seguridad nacional, por lo que las autoridades exigen pautas para llenar el embalse y reglas generales encaminadas a operar la presa, fundamentalmente en tiempos de sequía severa o prolongada, postura con la que coincide Sudán.
En tanto, Addis Abeba insiste en que es su derecho aprovechar ese recurso transfronterizo en función de su desarrollo y afirma que no causará perjuicios a los países aguas abajo con su apuesta de garantizar la generación energética interna y exportar a otras regiones africanas.
A la vez considera desmesuradas las preocupaciones de El Cairo.
Llamado Blanco en ciertos tramos, el Nilo recibe en Sudán las aguas del Azul nacido en Etiopía.